miércoles, 17 de septiembre de 2008

Es la historia de una planta y una bebida ligadas indisolublemente a las mejores cosas de la vida.

En nuestros días, muchos problemas se resuelven con una taza de café, es el testigo de nuestras confidencias, el consuelo en los momentos de tristeza, el compañero en los de soledad, el fiel oyente de nuestras citas amorosas, está presente en las negociaciones políticas, en las reuniones de trabajo, es la inspiración de muchos intelectuales, poetas y escritores, es también el pretexto para reunimos con los amigos y la mejor manera de terminar una buena comida, el café con "piquete" nos hace más ligeras las penas en los velorios, o en las frías madrugadas después de una parranda. Muchas historias de amor se han iniciado con la invitación a "tomar un café". Hay lugares a los que la gente va ex profeso a tomar café, es muy famoso el de la Parroquia, en la histórica ciudad de Veracruz. A pesar del calor de Mérida o quizá precisamente por el calor, es bien sabido que no hay nada más refrescante que una taza de café bien caliente. En esta blanca ciudad se acostumbra tomar café por las tardes, esta tradición, quizá ha sido heredada de la numerosa población árabe que llegó a la Península. En la ciudad de México fue muy popular el Café de la Blanca; uno de los puntos de reunión de los capitalinos fueron siempre los Sanborns que tenían fama de hacer buen café y de servirlo sin límite, las dos cosas han cambiado en los últimos tiempos para nuestra desgracia. Pero el café no solamente sirve para deleitamos, sino para saber nuestro pasado, presente y futuro, en los negros pozos del espeso y dulce café turco nos podemos enterar de nuestro destino y del de los demás.Mucha de la creatividad humana se debe a la existencia del café. Es también una bebida universal y en eso radica gran parte de su importancia, hasta donde se sabe, no hay ninguna otra que esté tan extendida por el mundo. Actualmente, el café se combina con amareto, con canela, con chocolate, con vainilla, con whisky. O bien se hacen licores usando como base el aguardiente con concentrado de café. y también con él se confeccionan postres deliciosos como el flan de café, o un sabrosísimo pastel de chocolate al que para que quede bien negro se le agrega café. El café ha sido objeto de historias, películas, canciones y telenovelas.El tomar café, cuando es bueno, es un rito, hay que degustarlo negro y sin azúcar para poder paladearlo como se merece, hay que compartirlo con los amigos, cuando se está trabajando o escribiendo, viendo una buena película o como complemento de una animada conversación. No hay nada mejor que sentir la calidez que produce y el amargo sabor que deja en el paladar. Nada hay más delicioso que despertar y percibir el olor del café recién hecho y esperar con expectación la sensación que produce el primer trago, este acto nos hace reconciliamos con la existencia y darle gracias a la naturaleza por haber creado una planta tan noble. La historia del café es mucho más que la de su producción o su valor como grano.

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